El Gobierno andaluz rebaja el impuesto de transmisiones al 7%
La Junta afirma que la nueva reforma fiscal beneficiará en su conjunto a 4 millones de andaluces, que pagarán 329 millones de euros menos
El presidente, Juanma Moreno, el vicepresidente, Juan Marín, y el consejero portavoz, Elías Bendodo, tras el Consejo de Gobierno de este martes.
El Gobierno andaluz ha aprobado un decreto que incluye una rebaja del impuesto de transmisiones patrimoniales (el que se paga en la compra-venta de viviendas de segunda mano, por ejemplo), de manera que los tres tipos fijados actualmente en el 8, el 9 y el 10 por ciento se sustituyen ahora por un tipo único del 7 por ciento. Además, también se aplicará una pequeña reducción en el impuesto sobre los actos jurídicos documentados, que pasará del 1,5% al 1,2%.
Eso supondrá dejar “en los bolsillos de los andaluces” un total de 223 millones de euros, según el cálculo realizado este martes por el portavoz del Gobierno, Elías Bendodo.
Esta rebaja forma parte de una reforma fiscal más amplia que, según el vicepresidente de la Junta, Juan Marín, beneficiará a la mitad de la población andaluza, unos 4 millones de contribuyentes. Este nuevo paquete de medidas para reducir la carga fiscal de los andaluces se plasmará en una proposición de ley impulsada en el Parlamento por el PP, Cs y Vox, y está valorada en unos 329 millones de euros, y que incluye la ampliación de algunas deducciones ya existentes, como las que benefician a las familias numerosas, y otras de nueva creación, como la deducción por gastos en actividades extraescolares relacionadas con los idiomas y la informática, y la deducción por donativos a causas vinculadas con la protección del medio ambiente.Para su aplicación, sin embargo, habrá que esperar hasta primeros de 2022, salvo en el caso de la reducción del ITP, que entrará en vigor de forma inmediata una vez se publique en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA).
Con esta iniciativa, el Gobierno andaluz da cumplimiento a los compromisos firmados al comienzo de la legislatura con Vox y se acerca a su objetivo de igualar la presión fiscal de Andalucía a la de Madrid. “Andalucía ha dejado de ser un infierno fiscal para convertirse en una autopista para la inversión”, resumía este martes Bendodo.
El Gobierno andaluz quiere aligerar la carga impositiva a los contribuyentes y las empresas. Y también reactivar el mercado inmobiliario abaratando de alguna forma el coste en impuestos de las operaciones. De esta forma, según los cálculos realizados por el vicepresidente Marín, para una vivienda de 180.000 euros, la cuota a pagar por el impuesto de transmisiones es actualmente de 14.400 euros, mientras que, con la rebaja aprobada, se pagará 12.600 euros, es decir, 1.800 euros menos.
Aplicado a una plaza de garaje de 24.000 euros, actualmente se pagaría un gravamen de 1.920 euros, que se quedarían en 1.680 una vez que se publique el decreto de la Junta, con un ahorro de 240 euros.
El Gobierno andaluz tiene intención también de volver a reducir el tramo autonómico del IRPF, así como otros impuestos de su competencia, aunque la operación se formalizará a través de una proposición de ley que plantearán en el Parlamento los grupos del PP, Ciudadanos y Vox.
La Junta de Andalucía dejará de ingresar 329 millones de euros una vez que se aplique la rebaja global, aunque igualmente espera que el descenso de la presión fiscal tenga un impacto positivo en la economía de 1.000 millones de euros.
De hecho, el Ejecutivo autonómico viene defendiendo que la primera bajada de impuestos que se aprobó nada más tomar posesión la coalición PP-Cs, en el año 2019, lejos de generar un descenso de los ingresos de la comunidad, provocó un aumento de los mismos como resultado del incremento en 118.000 del número total de contribuyentes en la comunidad autónoma.
Siguiendo esa lógica, Andalucía habría compensado la bajada fiscal con una mayor capacidad de atracción de inversores y contribuyentes. En cualquier caso, cabe recordar que 2019 fue el último año de crecimiento económico antes de la crisis del Covid-19, lo que tendría un reflejo en la recaudación con independencia de los cambios introducidos en la política fiscal de la Junta.
La rebaja de impuestos comprometida por el Gobierno andaluz para toda la legislatura incluía la reducción de los tramos autonómicos del IRPF para equipararlos a la escala estatal (de ocho tramos existentes en 2019 pasarán a cinco en 2023) y una rebaja de los tipos aplicables por tramos de forma progresiva (del 10% al 25,5% en 2019 pasarán a una horquilla del 9,5% al 22,5% hasta el ejercicio 2023), medidas que benefician a 3,7 millones de contribuyentes, según apunta la Junta.
Además, se bonificó al 99% el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones (ISD) para los herederos directos (grupos I y II).
fuente: elmundo.es/andalucia
autora: TERESA LÓPEZ PAVÓN